domingo, 21 de enero de 2018

Porque soy mujer #MeToo


Vivimos tiempos difíciles para el feminismo, pero cuando han sido buenos, ¿verdad?. Siglos luchando para tener los mismos derechos y oportunidades que los hombres, y llegamos a la actualidad y continuamos sin conseguir esa igualdad real, aunque ahora acompañando nuevos tiempos se abren flamantes frentes.

En estos últimos años el patriarcado, porque si, vivimos en un patriarcado y no me vengan con el rollo del heteropatriarcado, los hombres dominan todos los ámbitos de poder como la política, la economía, la religión etc sin importar su orientación sexual. Como decía, el patriarcado muta o cambia dependiendo de la época, cambian los métodos pero el objetivo es el mismo, el dominio de los hombres sobre las mujeres para mantener sus privilegios.

Las mujeres siempre hemos estado al servicio de los hombres, ya lo decía Rousseau, "La educación de las mujeres siempre debe ser relativa a los hombres: agradarnos, sernos de utilidad...   " y no ha cambiado mucho la cosa aunque mucha gente piense lo contrario.

Cuando una mujer queda embarazada y en la ecografía  se aprecia una vagina, para esta niña empiezan las adversidades,  ya tiene un futuro predestinado.Ya sabemos que por el hecho de ser mujer va a poder ser violada, violentada, discriminada e incluso asesinada. Si querida gente,  el sexo predispone tu futuro que en el caso de las mujeres es bastante difícil. Esa niña va a tener que trabajar el doble para llegar al mismo sitio que un compañero, si es que lo consigue . Esta niña no va a poder caminar, tranquilamente por la calle a las tres de la madrugada porque la puede atacar cualquier "manada". Si esta niña es extranjera y pobre también sabemos que habrá proxenetas y puteros que quieran comprar su cuerpo. ¿Que soy una exagera?, eso pensarán algunos y algunas pero no lo creo, solo tienen que dar un paseo por los cientos de puticlubs que tenemos en España. 

La sociedad normaliza todas estas violencias, y lo hace porque nos pasa o la sufrimos las mujeres, porque nosotras mismas nos hemos acostumbrado a sufrirlas en silencio, porque si nos atrevemos a contarlas corremos el riesgo de que no nos crean, a ser juzgadas. 

Hace mucho leía esta frase, "el factor de riesgo es ser mujer". Y cuanta razón hay en estas palabras. Por el hecho de haber nacido mujer he tenido que sufrir algún tipo de violencia, o varias. Por esto y mucho más #YaNoMeCallo. Es hora de levantar la voz sin miedo a represalias, a que nos etiqueten de femininazis u otras palabrejas inventadas por hombres, claro, para desprestigiarnos.  

Aunque tengo varias experiencias voy a contar una, mi #MeToo. Cuando tenía 19 años estudiaba  el segundo curso de la antigua FP2. Realizaba las prácticas en el laboratorio privado de un "tipo". Íbamos unas cuatro alumnas, quedábamos con este hombre y nos llevaba en su coche, ya que el laboratorio estaba en Iznalloz, un pueblo de Granada. Uno de esos días, mis compañeras no acudieron a las practicas y fui yo sola. Este día el se comportaba diferente, se mostraba más cercano. A mí se me activaron todas las alarmas. Estoy segura que todas las mujeres saben a que me refiero. A esa sensación de creer que estás en peligro. Empezó a explicarme como había que lavarse los genitales para no quedar embarazada después de mantener relaciones sexuales. Esto me hacía sentirme incómoda. Yo ya empezaba a pensar.. "ya no vengo mas sola". Este tipo  aunque yo lo veía como un viejo, tendría unos treinta y tantos años, acababa de casarse y tener una hija. !El muy depravado!. 
Termina la mañana y nos montamos en su coche para volver a Granada, el me dejaba frente al hospital Ruiz de Alda. Cuando llegamos paró el coche, puso una mano en mi rodilla y me invitó a una fiesta a la que el iba a ir por la noche. Yo me quedé petrificada, le dije que si y salí corriendo. Lógicamente lo que pensaba era "no vuelvo mas, ni loca". Y no volví.